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Por: Yessica Reyes / Especialista en Tecnología Educativa.
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Uno de los propósitos
del Curriculum Dominicano es que todo individuo pueda llegar a ser Analítico,
Reflexivo y ante todo Crítico; capaz de crear pensamientos lógicos de acuerdo a su entorno
y realidad. Sin embargo, como docentes, podemos
ver día a día este propósito
tan lejos de la realidad, teniendo en nuestras aulas estudiantes incapaces de
componer una oración con sentido, mucho menos capaces de interpretar una simple frase.
Ante esta realidad de nuestras
aulas nos hacemos el siguiente cuestionamiento: ¿Estamos implementando las
metodologías, estrategias y las actividades apropiadas para que esto cambie?
Como sabemos se realizan muchas
actividades involucrando a los estudiantes para procurar obtener e ellos una
interacción eficaz con la realidad y el logro de la interpretación correcta de
dicha realidad. Una de estas actividades es la investigación educativa, que, según Best, es «el procedimiento más formal, sistemático e intensivo de llevar
a cabo un análisis científico» (Best, 1972, 6). Se puede decir entonces que: Investigación Educativa es un proceso
sistemático mediante el cual se obtiene información que ayuda a describir, interpretar y actuar sobre una realidad educativa.
Pero en sí, ¿Cuál es el impacto
que ha tenido dicha “Investigación Educativa?, según
Vázquez, la investigación educativa que se desarrolla mundialmente es ínfima
respecto a la magnitud de los sistemas escolares.
Y es cierto, porque como docentes
aplicando la Investigación Educativa
como actividad, solo sacamos provecho a una mínima parte de lo que este recurso
nos brinda puesto que no lo explotamos en su totalidad: no verificando la confiabilidad
de las fuentes de donde se obtuvo la información, no implementado el método socrático
de cuestionar la investigación,
con lo cual podemos medir la
criticidad y capacidad de análisis de
los estudiantes.
Aunque la Investigación Educativa es una de las actividades más usadas, es de
las pocas desarrolladas por los docentes, lo ideal sería que se le diera más
énfasis a esta disciplina, ya que son muchos los factores que se deben
analizar, supervisar, interpretar y solucionar al investigar un tema.
Estamos próximos a un inicio de
año escolar, es un buen momento para aprovechar este recurso y sacarle el
máximo provecho en el aula, ya que formando buenos investigadores, formaremos
individuos con múltiples competencias como son:
-
Pensamiento lógico y crítico
-
Capacidad de
lectura, expresión oral y escrita.
Si logramos esto, provocaremos
cambios de mentalidad y la manera de mirar el aula, además de tener la
satisfacción de aportar cambios positivos a nuestra sociedad, a través de la
implementación correcta de la Investigación Educativa como actividad.
Consultas: HERNANDEZ, S.R. (1998). “Metodologia de la
Investigacion”. Mexico: McGrawHill.
