“Os
daré un corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de ustedes; y quitaré de
vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne” Ezequiel
36:26.
_________________________________________________________________________________
La vida es
similar a un juego de Basquetbol, en el cual ganamos y a veces perdemos, en
ocasiones salimos dolidos, cansados y otras veces contentos o satisfechos. De
buenas y malas experiencias consiste ese provechoso juego de basquetbol. Las
experiencias que pasamos con el transcurso de los años forman nuestro carácter, pero en ocasiones, esas experiencias crea en nosotros una herida,
que luego se convierte en una llaga en nuestro corazón, haciendo que este
sangre. Un corazón sangrando es sinónimo a una vida amargada y de desgracia,
con trastorno emocional y depresivo, a un paso de frustración. Dicho corazón
requiere de una genuina restauración.
Bienvenido al HOSPITAL de la RESTAURACION. Te presento al médico y terapeuta por excelencia, cuyo nombre es Jesucristo. Él te indicará opciones,
te presentará el diagnóstico y te restaurará por completo. Hará de tu corazón
que sangra una obra de arte muy peculiar.
Te dice el Señor. “con amor eterno te he amado; por tanto, te
prolongué mi misericordia” Jeremías 31:3. “Estas en mis manos y puedo hacer contigo lo mismo que hizo el alfarero con el barro, el cual fue
procesando en el fuego y moldeando hasta llegar a la imagen perfecta”
Jeremías 18:2-6.
Como el alfarero con el barro, así mismo Jesús está dispuesto a
quebrantarte y sanarte, él te puede ayudar a olvidar el pasado y curar las
heridas de ese corazón que sangra. Perdonar… ¿Quién dijo que sería fácil? …
pero… ¿Existe algo imposible para Dios? Claro que no. Jesús es capaz de restaurar
tu corazón completamente y darle la felicidad que necesitas. Porque dice: “os
daré un corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de ustedes; y quitaré
de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne”
Ezequiel 36:26.
Así como lo hizo con el pueblo de Israel Dios quiere darte un corazón
nuevo. Tienes la promesa de Dios de que así será, pero debes estar dispuesto a
que se complete su obra en ti. ¿Estás dispuesto a que Jesús restaure tu
corazón?
Al ser restaurado esas experiencias desastrosas que has vivido te
ayudarán a madurar, y al estar restaurado, podrás restaurar a otros que
también están sangrando. Eres especial, así lo expresó Dios en Deuteronomio
7:6 “te he escogido para que seas un pueblo especial”. Dios exhibirá su
arte en tu vida. Dios lo hará otra vez”
Por: Felipe A. Mota
Para: Revista Vivificando
Excelente reflexión amigo!! Dios te siga bendiciendo
ResponderEliminarGracias Carlos!!! Dios te bendiga mucho...
Eliminar