miércoles, 5 de septiembre de 2012

Juventud de Hoy vs Valores de ayer


En un Mundo como el actual, donde la moral y los principios se han perdido, donde los medios de comunicación tienen una gran escala de influencia en la conducta humana, se dificulta al adolescente de hoy adquirir y desarrollar los valores. La moda, la presión de grupo, las amistades, el internet, han ido distorsionando la conducta del joven. Consecuentemente, esto dificulta el avance y desarrollo intelectual, mental y hasta emocional del adolescente. Protestas han sido demandadas al Ministerio de Estado de Educación, puesto que el progreso del estudiante como persona y futuro profesional ha ido en declive.

Por otra vertiente, estudios realizadas han comprobado que más del 70% de los adolescentes han contraído relaciones coitales antes del matrimonio. Actualmente, la mayor escala de embarazos, abortos y enfermedades por vía sexual están entre el grupo de adolescentes de 12 a 16 años. Nuestra sociedad va ascendiendo a un futuro de crisis y corrupción.

Con todo esto, se llega a la conclusión de que debemos volver a nuestros principios y aprender a aplicar valores en nuestras vidas, no dejándonos influenciar negativamente por el sistema, sino influyendo sobre el positivamente, y aprender como adolescentes y jóvenes que lo que hagamos hoy es lo que determinará nuestro futuro. El Dr. Knight en su libro “So you`re a teenager-vital facts for boys”  y En su traducción al español titulado como: El joven Moderno y el Sexo. Enseña que “Durante esta época, los adolescentes tienen que decidir y hacer planes para el resto de su vida. No todo es diversión y juegos…” 

Vale decir que una juventud sana es un futuro sano, una juventud preparada es un futuro de excelencias. En cambio, una juventud en corrupción produce un porvenir de perversión. Mi consejo es prepárate, estudia, asóciate con adolescentes que edifiquen a tu vida, y nunca olvides que tú eres el responsable de veinte años después, tú, solo tú eres el responsable de tu futuro.

Por: Felipe A. Mota
Para Vivificando, edición 2, pagina 17

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